En el Valle de Losa, comarca geográfica que supera ampliamente los límites del término muni­cipal de tal nombre englobando además los pueblos de la Junta de Traslaloma, Villalba de Losa, Berberana y algunos pueblos de Medina de Pomar, encontramos un conjunto de casas construidas en piedra y con una formalización homogénea, que tienen como elemento mas ca­racterístico el balcón losino o solana, un balcón corto, totalmente encastrado y situado en la parte superior de la casa,

Llama poderosamente la atención que en la zona en cuestión no encontremos otras formas que ésta o la "casa menesa", llegada a estos pueblos a partir del siglo XIX, Y que no encontremos casas de entramado exterior de madera y apenas casas con balcón corrido encastrado de in­fluencia cántabra (sólo encontramos algún ejemplo en los pueblos más orientales del Valle de Losa, como en Colina y Castrobarto), Al no encontrar las formas antiguas que sí hemos en­contrado en otras zonas de Las Merindades cabe sospechar que estamos ante una forma con varios siglos de presencia en el lugar, y que algunas de las casas que hoy se conservan puedan tener más de 200 años, aunque no podemos precisarlo con seguridad.

En la mayor parte de los casos, cuentan con un corral delantero o están dentro de una finca cercada, con un edificio principal donde se alojan las estancias vivideras y otras construcciones menores, cabañas. Son casas de dos plantas más desván, respondiendo al esquema organizati­va que hemos calificado como "casa con desván sobre la vivienda", llamado en la zona sobra­do o camarote, utilizado como trastero o secadero de fruta o grano (en trojes), Y están cons­truidas con sillería en los huecos y con mampostería muy menuda de piedra caliza, a veces de lastras, en el resto de los paños. En los ejemplos más antiguos la mampostería está sin revocar, y encontramos también un grupo abundante de casas que presentan una forma más singular si cabe: con una cubierta a dos aguas pero en la que el caballete es perpendicular a la fachada principal, con una disposición simétrica de los huecos en fachada, tres por planta, con simetría a un eje central ocupado por la puerta en planta baja y la solana en planta superior. Y con un chaflán en la cubierta para proteger la solana, llamado morisca en el vecino País Vasco (Fotos 136 a 140). Una forma que esporádica mente encontramos en la Jurisdicción de San Zador­nil (Foto 146) o en el Valle alavés de Valdegobia.

Esa disposición clasicista de huecos que recuerda a la de las "casas menesas", y que segura­mente haya sido influido también por las casas señoriales, es habitual en otras muchas ca­sas(Fotos 141 a 145).