En este número de “La Solana” os vamos a proponer una ruta ante la que nadie podrá poner excusas, ya que discurre toda ella por un camino recientemente construido y por el que, incluso, podríamos hacer el recorrido con un Land Rover o similar. Pero nosotros, como siempre, elegimos, una forma más sana y con la que, además, apreciamos mejor del paisaje: a pie. Esta ruta da lugar a múltiples variantes y cada uno podrá elegir la que más prefiera. Aquí os proponemos un paseo entre Gobantes y Castriciones.

 

Vamos a comenzar nuestro corto viaje dejando un coche en Castriciones y otro en Gobantes. Desde este segundo pueblo, empezaremos a andar por el camino situado a la izquierda de la iglesia, ya hundida. En nuestro ascenso podemos ver el pueblo de Villate, con sus montes, y la peña de los Buitres, además de los montes de Críales y Betarres. Un bonito paisaje que hará gratificante nuestra subida. Seguiremos andando hasta encontrarnos con un cruce de caminos, y una vez allí, en un principio cogeremos el que va a la izquierda.

Después de andar unos 100 metros aproximadamente, llegamos a un mirador situado sobre el monte de la Miga. Desde él veremos:

- A nuestra izquierda la sierra Pelada y Návagos.

- En el centro, el pueblo de Momediano y detrás, Villabasil, con la peña las Callejas, Relloso, Lastras de la Torre y el monte de San Roman, de Castresana, al fondo.

- A nuestra derecha se encuentra el monte de la Miga, con el camino por el que luego pasaremos.

Tras sentarnos a contemplar el paisaje y hacer las fotos de rigor, volvemos sobre nuestros pasos hasta la intersección de caminos, tomando ahora el de la derecha. Desde arriba podemos llegar a ver las peñas de Críales.

Seguiremos andando y, en el cruce que encontramos, cogemos el camino de la izquierda, por la vertiente norte, y poco después, volvemos a desviarnos por la pista que desciende a la izquierda. Comenzaremos una bajada entre pinos y hayas, que, sobre todo en otoño, está preciosa. Entre estos árboles, podemos ver a nuestra izquierda la ermita de Santa Petronila.

 

Volvemos a encontrarnos con otra bifurcación. La ruta descendente llevaba al desaparecido pueblo de La Miga, que da nombre al monte sobre el que nos encontramos. Nosotros ascendemos camino de Castriciones disfrutando, especialmente en invierno, de los acebos (especie protegida en Castilla y León).que jalonan la ruta.

Seguimos andando y nos topamos con una barrera que sirve de sepa­ración entre el monte de la Miga y el de Perex. La atravesamos, y con­tinuamos viaje. Poco más adelante, dejaremos a nuestra izquierda una pista forestal que nos conduciría hasta Perex, cuya magnífica lobera fue, en su día, objeto de una ruta de “La Solana”.

Pero nosotros ascendemos hacia la derecha, avistando entre los árboles el monte Lerón y la ermita románica de San Pantaleón, que nos acompañarán hasta nuestra meta, ya cercana. Una vez superada una pequeña cuesta, empezamos un descenso en el que dejaremos a nuestra derecha el camino que sube hacia el monte de La Papelera y el llamado Hoyo de San Pedro, y que nos conducirá a otra barrera que separa los términos de Perex de Castriciones. Después de pasarla, encontraremos dos cruces: en el primero, tomamos el camino que va a la derecha y en el siguiente, el que baja, ya que el otro nos llevaría de nuevo a Gobantes.

Tras pasar una barrera y, finalmente, una cuerda, nuestra ruta termina en Castriciones. Todos aquellos que decidáis hacer este paseo a pie de unas dos horas de duración, podréis comprobar cómo desde el principio la ruta dis­curre a lo largo de un gran balcón natural que nos da pie a ver nuestro valle con otra perspectiva. Sólo tendréis que vencer la pere­za y poneros en marcha.

(Lourdes. La Solana, diciembre 1998)